Jorge Arancibia, CEO de NuevaVoz.com
El emprendimiento en Chile
Emprender en Chile cada día parece más difícil. Pero el hecho de tener una idea, llevarla a papel, conseguir la inyección monetaria y lanzar, finalmente, una empresa, es uno de los motores de la economía. Jorge Arancibia, CEO de NuevaVoz.com y ex CEO de StarMedia Chile lo sabe. Y desde esa experiencia el multifacético entrepreneur analiza, con detalle, el estado del emprendimiento, dónde debemos buscar a los futuros emprendedores y los principales problemas que enfrentan ellos hoy.
"Los problemas que enfrentan los jóvenes hoy son tres: una decepción con el entorno. Creen que el sistema económico no está funcionando, lo que genera miedo y temor para hacer algo", arranca Arancibia. "Segundo, una percepción de todo lo que se puede hacer, ya está hecho. Y el financiamiento y la percepción de que no hay recursos es una barrera importante", agrega el joven ejecutivo. -
¿Existe una barrera más fuerte que esa?
- Sí. La sensación de que falta conocer al entorno y las personas. Los frena mucho el no conocer gente. Por ejemplo, si el proyecto es bancario, dicen "pero si no conozco a nadie en un banco. A lo mejor conozco al ejecutivo de cuentas de mi papá". Sienten que no conocen a nadie. Por eso, si pudiésemos desarrollar un sistema más transparente en el que todos sepan quien es quien, una comunidad que se potencie, sería más fácil. Y de hecho, estamos organizando dos proyectos que apuntan hacia ese lado (CEO y Emprende Chile, la primera asociación de jóvenes empresarios chilenos).
-Con respecto a los proyectos de hoy, ¿hace falta algo más a la hora de ser evaluado?
-Sí. Hoy nadie quiere apoyar un proyecto que sea uno más de algo. Todos quieren ver algo nuevo. Innovación y algún tipo avance que aseguren una ventaja competitiva o diferenciación con respecto a lo que ya existe. Algo distinto que agregue valor. Esa es la forma de generar riqueza. Buscan algo especial que les abra un potencial para crear una nueva industria... como lo que hizo Errols (cadena de videoclubes fundada en los ’80), ya que si bien había jugadores chicos, la cadena logró crear la industria en Chile.
-Dónde hay que buscar a los emprendedores de hoy en Chile: ¿En los entrepreneurs que ya invirtieron o en las universidades, donde se encuentran los futuros y potenciales jóvenes aventureros?
-Hay que buscarlos en tres ámbitos distintos. En las empresas, donde hay mucha gente con ideas interesantes, en las universidades y en la calle. Ahí está el ciudadano común y corriente que camina por la calle y que, de pronto, ve el semáforo de tres colores y se le ocurre, por ejemplo, una cuarta luz azul para que todos paren y pase la ambulancia...no es mala idea, ¿no?, la podría patentar (risas). De esta se podrían producir cruces (personas de una especialidad viendo otros temas) y chispazos interesantes que pueden derivar en algo con sentido.
-Pero falta algo, ¿no? A ver las cosas en forma distinta, a pensar diferente, a tener otro ángulo de reflexión...
-Exactamente. Cuando en un colegio ven un niño que –distraído- mira por la ventana, es catalogado de niño problema. Y es todo lo contrario. Es alguien que, a diferencia de los 40 alumnos que están recibiendo información completa, está en busca de algo distinto. Ese, para mí, es un emprendedor, alguien con otra visión. Eso es lo que se necesita. Hoy, estamos educando a la gente para que tenga la misma mentalidad y no formando a los jóvenes que van a producir los cambios radicales. Y eso es lo que hay que enseñar: a perder el miedo.
Con respecto al mismo tiempo, algo está sucediendo en Oriente, donde la gente lo único que quiere –a través de tecnología, ropa y cosméticos - es ser distinta. Por eso en Japón hay más punks que en otras partes del mundo. Nuestras sociedades, en general, son represivas en torno al emprendimiento. Y el tema crucial es que en Chile el que se equivoca es crucificado. No debería ser así, ya que alguien que fracase en un proyecto que duró dos años, cuenta con más experiencia y ha vivido mucho más que alguien que lo está haciendo muy bien en una determinada empresa. A diferencia de algún ejecutivo con un cargo importante, quien se dedica a mantenerse en el rango, cuidar su puesto, y no cometer errores.
-Al final es un problema de cultura...
-Sí. La cultura norteamericanay el concepto del "sueño americano" es el que empuja a todas las personas a un bien común: generar riqueza y bienestar. Y por eso es bueno que desde pequeños, los niños vean que existen Bill Gates (cofundador de Microsoft) y Larry Ellison (CEO de Oracle). La sociedad los eleva a un status de superhéroe, para quienes están más abajo los vean y digan "yo quiero ser como él".
El emprendimiento en Chile
Emprender en Chile cada día parece más difícil. Pero el hecho de tener una idea, llevarla a papel, conseguir la inyección monetaria y lanzar, finalmente, una empresa, es uno de los motores de la economía. Jorge Arancibia, CEO de NuevaVoz.com y ex CEO de StarMedia Chile lo sabe. Y desde esa experiencia el multifacético entrepreneur analiza, con detalle, el estado del emprendimiento, dónde debemos buscar a los futuros emprendedores y los principales problemas que enfrentan ellos hoy.
"Los problemas que enfrentan los jóvenes hoy son tres: una decepción con el entorno. Creen que el sistema económico no está funcionando, lo que genera miedo y temor para hacer algo", arranca Arancibia. "Segundo, una percepción de todo lo que se puede hacer, ya está hecho. Y el financiamiento y la percepción de que no hay recursos es una barrera importante", agrega el joven ejecutivo. -
¿Existe una barrera más fuerte que esa?
- Sí. La sensación de que falta conocer al entorno y las personas. Los frena mucho el no conocer gente. Por ejemplo, si el proyecto es bancario, dicen "pero si no conozco a nadie en un banco. A lo mejor conozco al ejecutivo de cuentas de mi papá". Sienten que no conocen a nadie. Por eso, si pudiésemos desarrollar un sistema más transparente en el que todos sepan quien es quien, una comunidad que se potencie, sería más fácil. Y de hecho, estamos organizando dos proyectos que apuntan hacia ese lado (CEO y Emprende Chile, la primera asociación de jóvenes empresarios chilenos).
-Con respecto a los proyectos de hoy, ¿hace falta algo más a la hora de ser evaluado?
-Sí. Hoy nadie quiere apoyar un proyecto que sea uno más de algo. Todos quieren ver algo nuevo. Innovación y algún tipo avance que aseguren una ventaja competitiva o diferenciación con respecto a lo que ya existe. Algo distinto que agregue valor. Esa es la forma de generar riqueza. Buscan algo especial que les abra un potencial para crear una nueva industria... como lo que hizo Errols (cadena de videoclubes fundada en los ’80), ya que si bien había jugadores chicos, la cadena logró crear la industria en Chile.
-Dónde hay que buscar a los emprendedores de hoy en Chile: ¿En los entrepreneurs que ya invirtieron o en las universidades, donde se encuentran los futuros y potenciales jóvenes aventureros?
-Hay que buscarlos en tres ámbitos distintos. En las empresas, donde hay mucha gente con ideas interesantes, en las universidades y en la calle. Ahí está el ciudadano común y corriente que camina por la calle y que, de pronto, ve el semáforo de tres colores y se le ocurre, por ejemplo, una cuarta luz azul para que todos paren y pase la ambulancia...no es mala idea, ¿no?, la podría patentar (risas). De esta se podrían producir cruces (personas de una especialidad viendo otros temas) y chispazos interesantes que pueden derivar en algo con sentido.
-Pero falta algo, ¿no? A ver las cosas en forma distinta, a pensar diferente, a tener otro ángulo de reflexión...
-Exactamente. Cuando en un colegio ven un niño que –distraído- mira por la ventana, es catalogado de niño problema. Y es todo lo contrario. Es alguien que, a diferencia de los 40 alumnos que están recibiendo información completa, está en busca de algo distinto. Ese, para mí, es un emprendedor, alguien con otra visión. Eso es lo que se necesita. Hoy, estamos educando a la gente para que tenga la misma mentalidad y no formando a los jóvenes que van a producir los cambios radicales. Y eso es lo que hay que enseñar: a perder el miedo.
Con respecto al mismo tiempo, algo está sucediendo en Oriente, donde la gente lo único que quiere –a través de tecnología, ropa y cosméticos - es ser distinta. Por eso en Japón hay más punks que en otras partes del mundo. Nuestras sociedades, en general, son represivas en torno al emprendimiento. Y el tema crucial es que en Chile el que se equivoca es crucificado. No debería ser así, ya que alguien que fracase en un proyecto que duró dos años, cuenta con más experiencia y ha vivido mucho más que alguien que lo está haciendo muy bien en una determinada empresa. A diferencia de algún ejecutivo con un cargo importante, quien se dedica a mantenerse en el rango, cuidar su puesto, y no cometer errores.
-Al final es un problema de cultura...
-Sí. La cultura norteamericanay el concepto del "sueño americano" es el que empuja a todas las personas a un bien común: generar riqueza y bienestar. Y por eso es bueno que desde pequeños, los niños vean que existen Bill Gates (cofundador de Microsoft) y Larry Ellison (CEO de Oracle). La sociedad los eleva a un status de superhéroe, para quienes están más abajo los vean y digan "yo quiero ser como él".
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